La propuesta se da a conocer después de la comparecencia del consejero presidente a la Cámara de diputados el pasado 5 de noviembre. Comparecencia a la que justamente se le invitó -decían- para que en un ejercicio democrático y parlamentario se explicaran las razones del monto solicitado.
Lorenzo Córdova fue claro. Y paciente. Explicó una y otra vez que se solicitaron 24 mil 650 millones de pesos, aunque eso no es lo que cuesta el INE. En realidad 5 mil 821 millones de pesos corresponden al financiamiento de los partidos políticos. Dinero que el INE sólo administra y que no será afectado por el recorte.
Una cifra similar, 5,743 millones de pesos, corresponden a una partida precautoria para la eventual realización de un ejercicio de revocación de mandato y otro de consulta popular (1,913.1 millones para la Consulta y 3,830 millones para la Revocación de Mandato). Ejercicios, por cierto, promovidos por el Ejecutivo desde su campaña electoral bajo el lema “en democracia, el pueblo manda”. Se explicó también que, si estos ejercicios no se realizan, los recursos serán reintegrados en su totalidad.
Es así que el INE solicita para operar poco más de 13,084 millones de pesos. 36% menos que en 2021. De este monto, una tercera parte se utiliza para expedir la credencial de elector, identificación oficial de las y los mexicanos gracias a la operación de 845 Módulos de Atención Ciudadana en donde diariamente se expiden 60,000 micas. Casi 10% se destina para los procesos electorales locales de seis entidades el próximo año donde se renovarán mismo número de gubernaturas y otro 30% para mantener la estructura permanente y operativa del Instituto en todo el país.