Pero para el caso que nos ocupa, la Fiscalía solicitó que se le retirara la protección judicial a Huerta para poder abrir la carpeta de investigación correspondiente y en sesión extraordinaria, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles pasado retirarle el fuero constitucional con 447 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones.
“Nosotros no somos la justicia”
En una sesión caótica y altibajos se materializó lo que ya se venía venir, el abandono por parte de los morenistas a Huerta.
Primero, mediante un Jurado de Procedencia en el pleno, la representante de la Fiscalía, Laura Borbolla Moreno, expuso que se presentaron las pruebas “legales, contundentes y sólidas” para determinar que hubo “abuso de confianza” y el uso de bebidas alcohólicas de parte del legislador para abusar sexualmente del menor.
Por su parte, el abogado defensor del diputado Huerta Corona, el señor Pavel Arenas Landgrave, acusó que “la acción de la Fiscalía carece de legitimidad”. ¡Imagínense! El abogado aseguró que “se violó el principio de presunción de inocencia y que hubo faltas al debido proceso judicial”. No cabe duda de que recurrir al “debido proceso” siempre puede ser un recurso o patadas de ahogado cuando la soga ya te llega al cuello.
El diputado Pablo Gómez, de Morena, expuso “No es mandar a la cárcel a nadie, sino permitir que la justicia diga. Nosotros no somos la justicia”, aseveró el legislador.
El que no sabía ni dónde meterse era el coordinador de la bancada de diputados de Morena, Ignacio Mier, quien no olvidemos que protegió desde el inicio a Huerta y defendió que tuviera “una vida privada”. “Yo respeto las decisiones y la vida personales que tenga cada uno de los integrantes del cuerpo legislativo”. De pederastas, corruptos y cínicos la borregada en San Lázaro.