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Si eres clase media, lee esto

Los nuevos datos del CONEVAL muestran que la clase media es una rareza y su crecimiento requiere demandar un cambio profundo en las políticas públicas del gobierno.
mar 10 agosto 2021 12:05 AM
Transeúntes y comerciantes caminan en las calles Francisco I. Madero y Correo Mayor, en la Ciudad de México.
Solo el 23.5% de los mexicanos son clase media potencial.

Identificar quién es clase media en México es difícil pues existen varias metodologías. Hay quienes consideran que las clases medias se definen por su profesión, es decir, que son profesionistas, comerciales o funcionarios públicos de nivel medio. Otros creen que la clase media se define por su poder adquisitivo y su capacidad de tener acceso a ciertos bienes. Otros más creen que el factor determinante de ser clase media es que no se tenga una probabilidad alta de caer en pobreza.

Una forma de intentar entender qué tan grande puede ser la clase media es ver el número de personas que tienen ingresos por arriba de la línea de pobreza y que no cuentan con carencias básicas. Es decir, que tienen acceso a una buena alimentación, salud, educación, seguridad social y que vivan en viviendas de calidad, con acceso a servicios.

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Esta semana el CONEVAL presentó sus cifras de pobreza del año 2020 y con ello abrió la puerta a entender cuántas personas en México no son pobres y no tienen carencias básicas, es decir, un estimado probable del tamaño máximo de la clase media en México. En este escrito me referiré a estas personas como la “clase media potencial”.

El dato es desolador. Solo el 23.5% de los mexicanos son clase media potencial. En un país de 126 millones de personas, esto equivale a que un máximo de 30 millones sean clase media. Casi nada.

Más aún, según CONEVAL, la clase media potencial no ha aumentado de manera significativa de 2018 a 2020. De hecho, los datos muestran que los únicos dos estados en donde el tamaño de la clase media potencial creció de manera significativa fueron Campeche y Chihuahua. El resto del país o se quedó casi igual (27 estados) o cayó (Quintana Roo, Baja California Sur y Nuevo León).

En dos años la clase media potencial de México solo creció en 494 mil personas, lo que significa que para que México llegue a ser un país clasemediero tomará al menos siete décadas. Demasiado tiempo. No hay tiempo para ello.

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Los datos por tanto son un llamado de atención profundo al gobierno, pero sobre todo a la poca clase media que hay en México: es momento de demandar un cambio sin precedentes en la política social de raíz.

No basta con tener programas sociales que busquen erradicar la pobreza, es necesario que el gobierno cambie su enfoque y se dedique a crear las condiciones que creen una clase media, es decir, buenas empresas, buenos trabajos y buenas ciudades.

El equipo en materia de desarrollo de López Obrador, personas como Javier May Rodríguez (secretario de bienestar), Carlos Torres (coordinador de programas sociales), Luisa María Alcalde (secretaria del trabajo) y Tatiana Clouthier (secretaria de economía) deben poner manos a la obra en diseñar una política social que no se contente con reducir la pobreza, sino que busque mejorar los salarios y la capacidad de las empresas pequeñas para crecer.

Esto requiere adecuar los programas de estudio a materias más productivas, tener más y mejor orientación vocacional para los jóvenes, adaptar la ley laboral a nuestros tiempos, monitorear a las empresas que se están beneficiando de Jóvenes Construyendo el Futuro para que no hagan trampa, promover la competencia en todas las industrias, destruir monopsonios, llevar la inversión pública y privada a máximos históricos y sobre todo, acompañar el desarrollo de industrias productivas. Es decir, esto requiere un gobierno anormalmente ambicioso que deje de pensar que una pensión de 3 mil pesos es la meta social del sexenio, y que comience a tener por meta el que las personas ni siquiera requieran la pensión.

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El neoliberalismo se caracterizó por tener una política social de baja temperatura, enfocada en dar pequeñas transferencias de efectivo a las personas y asumir que, con ello, lograrían satisfacer sus necesidades básicas y salir de la pobreza. Esta falta de visión fue tóxica. Nos convirtió en el país que éramos en 2018: uno casi sin clase media.

Lamentablemente esta falta de visión permanece en 2020 y la prueba es que la clase media potencial no ha crecido.

Es momento de cambiar la meta de la política social de México porque está más que probado que lo que tenemos no funciona. Y no lo ha hecho por décadas. Necesitamos un gobierno más ambicioso y más visionario. Uno que se dé a la tarea de aumentar la temperatura de la política social y sus metas. Reducir la pobreza no basta, nunca ha bastado.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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