Las expectativas que se crearon para México para tener un mejor país fueron importantes, por primera vez dejó de tener un solo partido político el control total de las gubernaturas y congresos, se dio alternacia en la presidencia. Algunos de los logros de este periodo como la apertura económica, los acuerdos comerciales, se sanearon las finanzas públicas de las grandes deudas de los 1970 y 1980, se vivió un importante proceso de industrialización particularmente en el norte, bajío y centro del país.
Sin embargo, si la corrupción de antes de 1982 era terrible e indignante, la que vino en el periodo de 1985 a 2017 fue más agresiva. La corrupción se multiplicó a presidentes, gobernadores, alcaldes, legisladores y funcionarios. Tal parece que tenemos un grave problema sistémico de corrupción.
En junio de 1985 el poeta Gabriel Zaid publicaba en la revista Vuelta el ensayo “Escenarios sobre el fin del PRI”, y uno de ellos sería la aparición de un líder social contra la corrupción.
Con el PRI y el PAN, a pesar de tener logros cuando gobernaron, lamentablemente el tema de la corrupción provocó que en 2018 la gente volteara a darle una oportunidad a Morena con López Obrador, quien ha canalizado el descontento social, particularmente, cuando afirmaba que llegando al poder iba a terminar con la corrupción.
Sin embargo, al ganar Morena en unas elecciones democráticas en el 2018 y al obtener, en 2021, la gran mayoría de las gubernaturas, hasta el momento siguen sin plantear un nuevo régimen político donde realmente se combata la corrupción y se haga respetar a la democracia. De poco vale regresar a los años 70 cuando México debe observar los grandes cambios que han tenido algunos como China, que dejó aún lado sus dogmas comunistas para ser hoy una economía donde la inversión pública y privada junto con la educación e innovación son sus motores económicos.