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30 millones de mexicanos

Bajo el argumento que 30 millones de mexicanos votaron por él, el presidente ha violado la Constitución, ha ignorado a las víctimas; ha criticado a las feministas y atacado a quien piensa diferente.
lun 31 mayo 2021 10:00 AM
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Respaldado. El presidente ha aprovechado el respaldo que le dieron en las elecciones para arremeter contra la oposición.

En 2018, las elecciones no dejaron espacio a las dudas: los mexicanos buscaban un cambio político, un gobierno austero, un efectivo combate a la corrupción, una pacificación de la violencia y un agenda de izquierda que privilegiase a los pobres por encima de los intereses cupulares. El candidato que encarnó esos ideales fue el actual presidente López y su partido, Morena.

López arrasó, 30 millones de mexicanos apoyaron al hombre que recorrió varias veces el país y que por tercera ocasión se candidateaba para Ejecutivo Federal.

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De igual forma los ciudadanos votaron por el partido del presidente, Morena y sus aliados conquistaron ambas cámaras y 4 de las 8 gubernaturas en contienda –que tras la tragedia de Alonso y Moreno en Puebla–, llegaron a ser 5.

El discurso mesurado de su campaña, el equilibrio entre garantizar la continuidad de proyectos como el aeropuerto de Texcoco (siempre y cuando fuese con fondos privados), de la mano de su promesa por un apego profundo a la norma jurídica, le garantizó el voto de muchos y la confianza de los mercados.

A dos años y medio del inicio de su administración México se encuentra sumido en la peor crisis de violencia, sanitaria, de desabasto de medicamentos, de impunidad y corrupción, de libertad de expresión, económica, de desempleo, de nuestra historia reciente.

Además, el país ha perdido espacios de relevancia internacional y la inversión extranjera y la confianza en el país se desplomaron.

El próximo domingo 6 de junio los mexicanos estamos llamados a renovar 15 gubernaturas, la Cámara de Diputados y las alcaldías y congresos estatales de 30 entidades, es el proceso electoral más grande que recordemos y que, indudablemente, servirá para dar un norte sobre la aprobación de muchos ciudadanos acerca del desempeño de López, de su gobierno y de Morena.

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Las actuales encuestas siguen mostrando una holgada ventaja de Morena en la Cámara de Diputados y en un tercio de las gubernaturas en contienda, lo que indica que muchos mexicanos siguen confiando en el proyecto de la autodenominada 4a Transformación.

No obstante, esas mismas encuestas marcan un cambio, lo que parecía una elección donde Morena habría de arrasar, han mostrado que los últimos graves errores de este gobierno y de muchos de sus impresentables candidatos, han tenido efecto y por ello el mapa electoral se ha modificado. Todo apunta a que la oposición conquistará por lo menos la mitad de las gubernaturas y logrará una mayor presencia en la Cámara Baja.

López ha violado leyes y la misma Constitución una y otra vez; ha ignorado a las víctimas de la violencia; ha criticado el movimiento feminista; atacado a quien piensa diferente y hecho un uso político de las instituciones y recursos del Estado, todo ello bajo el argumento que 30 millones de mexicanos votaron por él y su mal llamada 4a Transformación, como si eso fuera suficiente para elevarlo a dictador y no a presidente sometido a la ley.

¿Qué sucederá si se confirma la creación de contrapesos en la Cámara y en el mapa político del país? ¿Cómo lidiará el presidente, que hoy detenta un poder absoluto, con los contrapesos? ¿Reconocerá el llamado de atención que le hacemos los ciudadanos ante el fracaso de este gobierno y corregirá el rumbo o encontrará mecanismos para seguir violando la ley y los derechos de los mexicanos?

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A pocos días de la jornada electoral más de 90 personas han sido asesinadas como efecto de la violencia política, se han registrado más de 500 agresiones a políticos y sus equipos de campaña, al tiempo que comunidades completas, como Apatzingán, Michoacán, se encuentran sumidas en el terror.

En contraste la autoridad federal apenas reconoce una fracción de esta violencia -34 candidatos finados y poco más de 100 agresiones-, carece de una estrategia para garantizar la integridad de los candidatos, de una jornada libre de violencia y critica a quienes levantamos la voz por este desastre.

Como si los vergonzosos números que ofrece el gobierno fuesen poca cosa, el presidente critica a activistas y medios de comunicación por señalar estos inaceptables índices de violencia.

México quiere cambiar, lo demostró en 2018 con su voto. Dado que la confianza depositada en las pasadas elecciones terminó en promesas incumplidas y proyectos fallidos, es hora que cada uno de nosotros razonemos bien el voto, que apoyemos a aquellas candidatas y candidatos que cuentan con propuestas claras y realizables y evitemos votar por violadores y partidos que inventan atentados para evitar hablar del fracaso de este gobierno.

De lo contrario, el país seguirá en el mal rumbo que nos lleva a estar en el peor índice de violencia, económico, de empleo, educativo, de salud, que los mexicanos recordemos.

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El autor es director general del Observatorio Nacional Ciudadano.

Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del auto

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