El candidato morenista a Sinaloa, Rubén Rocha, ya creía que preparaba su mudanza al Palacio de Gobierno, allá en la colonia Centro Sinaloa, peeero el candidato priista Mario Zamora no solo lo ha alcanzado ¡sino que ya lo superó!
Mientras Rocha con su habitual soberbia se sentía ya gobernador por tener la bendición de su exjefe, Quirino Ordaz, Zamora recorría las calles, hacía propuestas y, sobre todo, escuchaba las necesidades de la gente para saber qué es lo mejor para su estado, Sinaloa. Ahí está la clave, escuchar, algo poco común en tiempos de la "Cuarta Transformación".
¿Gobernador insumiso?
Zamora ha devuelto a los sinaloenses de todos los lugares, perfiles y niveles, el optimismo de tener un gobierno que defienda a su estado.
Hace apenas unos días, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) se sumó a la campaña de Mario Zamora Gastélum y se comprometieron a votar por él, porque “Sinaloa no merece ser una réplica del gobierno federal”. Los trabajadores del campo se niegan a respaldar a un candidato que ni los conoce ni los apoya, como Rocha. En cambio, Mario conoce y defiende el campo sinaloense, tan importante para el país. Mario Zamora “es un vato que piensa en los qués, es un vato que trabaja en los cómos… Es un vato de palabra”, me decía hace poco una amiga sinaloense.
En Sinaloa, no quieren gobiernos agachones, pero también buscan un gobierno que sepa escuchar y trabajar con los campesinos y pescadores, trabajadores del turismo, mujeres y jóvenes.