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La corrupción mata, la austeridad le ayuda

La clase política corrupta de la mano de empresarios groseramente ambiciosos han convertido a la obra pública en un espectáculo de muerte para la clase trabajadora.
mié 05 mayo 2021 11:59 PM
Trabes linea 12
El accidente de la Línea 12 dejó 25 fallecidos.

Dice Marcelo Ebrard que “el que actúa con integridad no debe tener temor a nada”. Bueno, pues él sí debería tener mucho temor.

La construcción de la Línea 12 del Metro, el proyecto estrella de Ebrard, fue un festín de ilegalidades. De acuerdo con la comisión investigadora del Distrito Federal, al hacerla se incurrió en peculado, pagos indebidos, uso indebido del ejercicio público y de atribuciones.

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Se hizo de todo y mal. El proyecto costó 45% más de lo presupuestado, pero se entregó sin barandales, rampas ni escaleras eléctricas. Un año después de ser inaugurado, el Metro “nuevo” ya tenía goteras e inundaciones, y casi dos años después fue cerrado por riesgo de descarrilamiento. Descubrimos que se habían comprado trenes que no correspondían a las vías.

Hasta hoy, Ebrard había sorteado relativamente bien todos los escándalos, pues solo habían causado pérdidas de dinero. Esta semana ello cambió. La Línea 12 ya costó vidas.

Pero a diferencia del 2013, en este escándalo Ebrard ya no va solo. Va de la mano de Miguel Ángel Mancera, el sucesor de Ebrard como jefe de gobierno de la Ciudad de México. Mancera fue responsable del reforzamiento de la Línea 12 después del sismo de 2017, cuando la estructura se resintió.

Habrá que ver el resultado de los peritajes, pero cuesta creer que el reforzamiento se haya hecho bien y luego, de la nada, el tren se haya caído. Sobre todo porque es bien sabido que estos “accidentes” no solo son tanto y regularmente son rastreables a actos de corrupción.

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De acuerdo con los estudios de Nicholas Ambraseys, profesor emérito de ingeniería en el Imperial College London, el 82% de las muertes por colapso de estructuras debido a sismos suceden en países “anormalmente corruptos”. Sus estudios, que pueden ser leídos en la famosa revista científica Nature, son contundentes: “cuando la industria de la construcción no está adecuadamente regulada”, dice el experto, “es una potencial asesina”.

Además, sabemos que cada año se gastaban tan solo 120 millones de pesos en revisar la Línea 12 del Metro. Una cantidad ínfimamente inferior a la requerida. Y que según ha informado Fernando Espino, líder sindical del Metro, los directivos solo revisaban las vías, no la estructura civil de la obra. De acuerdo con Jorge Gabiño, exdirector del Metro, hasta hace apenas unos días no había sido nombrado un subdirector general de mantenimiento que se encarga de la revisión de la infraestructura. Y por si lo anterior fuera poco, los vecinos ya habían reportado que el Metro se estaba desnivelando a la altura donde se cayó. Y nada pasó.

La pregunta es cuántas muertes prevenibles más habrá por sismos como el de 2017 o sus secuelas. Y sobre todo, cuántas más de estas tragedias quedarán impunes o servirán simplemente para sacrificar a funcionaros de nivel medio que terminan pagando por las irresponsabilidad de sus jefes.

Nos equivocamos si pensamos que este es un problema solo de los políticos. Los beneficios de una obra construida para ahorrar llegan también a las más altas esferas de las constructoras. Cuántos mexicanos más tendrán que morir para alimentar las ganancias obscenas de una industria de la construcción regulada en favor de las ganancias de políticos y millonarios. Las empresas de Carlos Slim, el hombre más rico de México construyeron parte la Línea 12 del Metro ¿Cuántos millones se ganó a costa de la vida de 24 mexicanos?

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La corrupción mata mexicanos desde hace décadas. En el sismo de 1985, los edificios que colapsaron estaban mal construidos por la profunda y lastimosa corrupción del PRI. En el sismo del 2017, algunos de los edificios que colapsaron violaban las regulaciones de construcción ante la vista gorda de Morena. En 2021, las estructuras dañadas se siguen cayendo. Cuántos trabajadores, padres y madres de familia morirán por la colusión de las élites políticas y económicas predatorias.

Es urgente que ciudadanos demandemos más que solo renuncias y sanciones para los responsables. La principal demanda debe ser por un Estado que tenga suficientes recursos para revisar adecuadamente el Metro, y transparencia para que se usen bien. El camino es largo, pero las demandas son muy claras.

#QuéPasóCon el combate a la corrupción?

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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