Seguramente usted, amable lector, está igual de sorprendido como su servidor de lo que estamos viviendo en el país. El país no estaba exento de problemas, pero en tan sólo dos años la descomposición que se ha generado es brutal. El panorama es desolador a la hora de ver los datos duros en temas como salud, economía, inseguridad, corrupción, impunidad, violencia, educación, medio ambiente, pobreza, infraestructura, etc. Tienes que buscar con gran persistencia para encontrar algún avance, mientras que los retrocesos son abundantes.
Y lo que pasa es que la situación se empeora día con día. Hemos visto con gran preocupación cómo, a pesar de los grandes retos que el país enfrenta, se sigue apostando a polarizar, a dividir, y a derrochar recursos en proyectos inviables. Ni siquiera para la vacunación hay dinero u orden. Todo se maneja con una lógica electoral de vindicar un discurso de venganza y ataque a fantasmas del pasado. Pero ahora incluso han apretado el paso para enrarecer más el ambiente nacional.