La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de la “Guía para organizar elecciones en tiempos de pandemia” ha establecido que, en el marco de una estrategia nacional de salud, los Estados deben concentrar sus esfuerzos en garantizar los suficientes recursos y herramientas para fortalecer la institucionalidad electoral y la organización de elecciones seguras que observen las medidas excepcionales ocasionadas por la COVID-19. La OEA subrayó que las decisiones que adopten las autoridades electorales para la organización y celebración de procesos electorales deben contemplar las recomendaciones sanitarias y dar permanente seguimiento a la evolución del coronavirus en cada país.
Una buena práctica internacional en la materia se presentó en la elección presidencial en Bolivia –pospuesta en dos ocasiones debido a la crisis sanitaria– llevada a cabo el pasado 18 de octubre de 2020, esta jornada logró una participación del 88.4 por ciento de las y los votantes. En ese sentido, la Misión de Observación Electoral de la OEA destacó el comportamiento cívico del personal de los centros de votación y del electorado, así como el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad implementados por Tribunal Supremo Electoral. Estas elecciones se caracterizaron por el estricto seguimiento de acciones como la ampliación y segmentación del horario de votación, el uso de equipo de protección personal y la restricción de actividades comerciales a menos de 100 metros de las casillas.