Aunque apenas esta semana iniciaron las campañas a gubernaturas, lo que queda claro es que en el estado de Guerrero, la cosa está que arde. Y es que aún está por verse qué sucede con Félix Salgado Macedonio. Es decir, habrá que ver si en verdad “hay toro” o siempre hubo “pony”. O lo que es lo mismo, si Morena tomó en cuenta a las mujeres o se impusieron los chantajes de Salgado y la indolencia de Palacio Nacional (todo puede definirse este viernes).
Mientras que en Morena se dan con todo al interior, en la calle de enfrente sí lograron ponerse de acuerdo, a pesar de las diferencias conocidas. A lo que me refiero es que el PRI y el PRD, acordaron la candidatura en común de Mario Moreno Arcos a la gubernatura de Guerrero. Al presentar su registro, se vieron a pesos pesados de la escena política local y nacional de ambos partidos respaldando al candidato guerrerense.
Esta alianza contrasta con la abierta confrontación en Morena que, conforme pasan las horas, pasó de lo grotesco a lo inmoral. ¡La capacidad de deterioro no tiene límite!