El 10 de marzo de 2021, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen emitido por las comisiones de Justicia y de Salud para la regulación del uso adulto del cannabis. El proyecto crea la Ley Federal para la Regulación del Cannabis y reforma la Ley General de Salud y el Código Penal Federal para permitir la creación de un mercado legal de cannabis para la producción y venta que, sin embargo, deja en incertidumbre a las personas usuarias al no legalizar la posesión y solo ampliar las cantidades toleradas. Así, la Cámara de Diputados perdió la oportunidad de corregir los errores de la minuta del Senado y hacer oídos sordos a la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
¿Por qué decimos que el dictamen ignoró a la Corte? Recordemos que la regulación del cannabis en nuestro país es consecuencia de diversos litigios que culminaron en la SCJN y tuvieron como resultado que ésta le ordenara al Congreso eliminar la prohibición absoluta del consumo. Esa obligación implicaba al menos tres cosas: primero, regular las actividades necesarias para acceder al consumo de cannabis; segundo, hacerlo sin invadir la privacidad del usuario; y tercero, desarrollar políticas que identifiquen los problemas que afectan a la salud pública. Es decir, el objetivo central es terminar con la criminalización y persecución de las personas usuarias. Ahora bien, aunque el dictamen regula el mercado, falla en eliminar las amenazas para las personas usuarias incumpliendo así la orden original.