Es justo decir que a ningún presidente de México en las últimas décadas le ha importado tanto la percepción del cuidado de la investidura como a Andrés Manuel López Obrador. El presidente gobierna con un ojo puesto en el juicio de la historia. Nos ha dicho varias veces que quiere un lugar en el panteón de nuestras eminencias. Sabe, uno supone, que ese lugar en la historia se gana por sus logros pero también por la manera diaria de conducirse al timón.
#LaEstampa | El niño López Obrador se divierte
Estudioso de la historia, seguramente reconoce, digamos, que Churchill es Churchill por sus decisiones en los años cruciales de la Segunda Guerra Mundial, pero también por su liderazgo público en los momentos más amargos de la crisis.
De ahí que sea tan difícil de entender el proceso de decisión que le llevó, por ejemplo, a vestirse de pulcro beisbolista y, en pleno día laboral, ir a practicar béisbol.
Se quiso “escapar a tomar el sol”, dijo López Obrador en redes sociales. En el video se le oye como un niño, narrando un partido en la “novena entrada” con “tres hombres en base”. Parado frente al home, López Obrador imagina que el juego está empatado. “¡Bateando el de Tepetitán!”, dice mientras espera el lanzamiento.
Me escapé un rato a tomar el sol y a practicar béisbol. pic.twitter.com/MMpWJiQBPk
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) March 2, 2021
Quizá lo hace para demostrar que está bien físicamente, después de sufrir de COVID. Quizá piensa que, dado que se asume como la encarnación misma del pueblo, debe transmitir fuerza. Bien. Pero eso no explica el gozo infantil, el irse de pinta en pleno día de labores, el lujo del escape, imposible para millones y millones en plena crisis.
Y no se trata de que el presidente no pueda hacer ejercicio o divertirse. Se trata del momento histórico. Porque López Obrador opta por ir a soltar el swing cuando el país que gobierna atraviesa por un luto colectivo que está lejos de terminarse.
Cientos de miles de familias lloran en México. Cientos de miles están sin empleo. ¿Es esta de verdad la imagen de un presidente a la altura de su investidura? ¿Jugando su deporte favorito, narrando un partido en el que él, por supuesto, es el héroe? ¿Qué habría dicho López Obrador si, en plena crisis, Enrique Peña Nieto hubiera publicado un video jugando golf, que era su deporte favorito?
Imaginemos una escena similar: “El score está empatado. 150 yardas al green. El de Atlacomulco se prepara. Todo depende de él. ¡Y swiiing! ¡Hoyo en uno!”.
Por favor. Un poco de pudor.
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