Con este contexto, nos esperan meses de riesgos geopolíticos para México porque si bien se fue Trump, el peligro lo tenemos con algunas de las políticas que se intentan implemenetar en México y que van claramente encaminadas a demoler la poca confianza que existía entre los inversionistas para invertir más, sobre todo cuando tenemos la mayor crisis económica desde 1932.
La polarización puede ser rentable electoralmente hablando pero los costos económicos y sociales por implementar políticas que no tienen ningún sustento técnico van a ser altos sobre todo porque si llega a existir algún crecimiento económico este 2021 será porque Estados Unidos crezca no necesariamente porque en el mercado interno tengamos una recuperación relevante.
Es más sencillo destruir que construir y la confianza se pierde en un segundo, México necesita menos polarización para poder dar un poco de mayor certidumbre a que vamos a salir de la crisis pero al parecer se privilegia lo electoral que la dura realidad de los millones de personas que han sufrido la perdida del empleo o de algún familiar por la pandemia.
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Nota del editor:
El autor es director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (FUNDEF).
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.