Aunque no conocemos detalles de sus síntomas –asunto que, como todo lo demás relacionado con eu contagio y tratamiento, deberíamos conocer– es evidente que el presidente seguramente ya registraba algún malestar el domingo.

De ser así, la imagen definitiva y de verdad reveladora de este aciago episodio de la presidencia de López Obrador ocurrió unas horas antes, cuando el presidente encabezó la inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional en San Luis Potosí. El momento sucede al concluir su discurso, al minuto 58 en el video del evento que existe en YouTube. Se aprecia al presidente que vuelve al centro del presidio. Antes de ocupar su sitio, López Obrador camina y se lleva la mano derecha a la cara para tocarse la nariz y la boca. Después saluda con el puño izquierdo al gobernador Juan Manuel Carreras.
Un poco más tarde, cortó el listón inaugural de la obra y lo colocó en una colchoneta, que carga una soldado. Después de la ceremonia, López Obrador recorrió las instalaciones. En la ceremonia, no usó mascarilla sanitaria ni mantuvo distancia suficiente. Sobra decir que no limpió sus manos después de tocarse el rostro que, para entonces, ya era el de un hombre contagiado de COVID-19.