Lamentablemente, el discurso es sólo eso: discurso. Desde su llegada, López ha tomado decisiones que rompen con el Estado de Derecho justificándose con abiertas mentiras. Cuando algún sistema legal se lo ha impedido, ha manipulado la ley gracias al control que tiene tanto del Legislativo como del Judicial.
En las últimas dos décadas, en el país generamos una serie de procesos e instituciones para limitar el poder absoluto del ejecutivo federal y los ejecutivos estatales; mecanismos que permiten conocer el uso y destino de los recursos públicos y que intentan inhibir cualquier forma de abuso.
¿Son mecanismos, procesos, instituciones perfectas? Absolutamente no, pero son mecanismos, procesos e instituciones que han exhibido los abusos de autoridad, la violación a derechos humanos, las torturas ejecutadas por funcionarios, las roberías y desperdicios multimillonarios de los funcionarios de los sexenios pasados.
Consciente que este entramado representa un sistema de transparencia, rendición de cuentas y contrapeso institucional, desde su llegada López ha atacado el sistema público de licitaciones, las instituciones autónomas reguladores y garantes.
Con cambios a dichas estructuras, obligando-chantajeando a funcionarios para renunciar al cargo y sustituirlos por fieles seguidores o ahorcándolas con el presupuesto público, López ha hecho más débil e ineficiente el combate a la corrupción.
#QuéPasóCon los organismos autónomos como el INAI?
El logro que los mexicanos tuvimos al construir mecanismos (semi)funcionales de combate a la corrupción se encuentran en franco ataque por parte del presidente.