La pregunta es cómo y bajo qué términos. Creo que muchos están cometiendo el error de defender a las instituciones autónomas a ultranza sin una verdadera autocrítica y por ello, no solo están debilitando sus argumentos, sino que le están dejando el camino abierto a López Obrador para salirse con la suya.
Es decir, López Obrador les ha hecho un disfraz y ellos se apresuran a ponérselos.
Lo que López Obrador busca con la presentación de esta reforma es dos cosas. Por un lado, dejar de discutir que desde la última semana se tienen reportados en promedio 1,000 decesos cada 24 horas. Por el otro, López Obrador quiere convertir la defensa de las instituciones autónomas en una discusión partidista entre quienes están a favor de la interpretación de la 4T y quienes están en contra.
A López Obrador le conviene que la discusión se caricaturice y se vuelva un concurso de popularidad. Le conviene que la reforma se convierta en un debate de visiones parciales donde Morena defienda una reforma indefendible y su oposición un statu quo indeseable. De esa forma, la interpretación de López Obrador será tan sesgada como la de sus opositores y ambos bandos estarán en el mismo terreno de juego: el de la política. Un terreno donde López Obrador tiene mucha ventaja.