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#ColumnaInvitada | Retrospectiva democrática 2020

La pandemia impactó en todos los aspectos de nuestras vidas y la democracia no fue la excepción. Arturo Espinosa señala que el COVID-19 desafió los sistemas electorales y el carácter de los gobiernos.
jue 31 diciembre 2020 03:05 PM
Elecciones con covid
Las elecciones locales en Coahuila e Hidalgo debieron realizarse en medio de medidas sanitarias pensadas para prevenir contagios.

El 2020 trajo consigo un alud de eventos y circunstancias que, si bien divisábamos de forma lejana a finales 2019, no imaginábamos las calamitosas proporciones que alcanzarían.

El que concluye, sin duda, ha sido uno de los años más complejos para algunas de las generaciones actuales. Un año atípico en el que casi todos los aspectos de la vida fueron trastocados, directa o indirectamente, por la pandemia causada por el COVID-19, y la vida en democracia no ha sido la excepción.

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Es conocido que, en los últimos años, la democracia como forma de gobierno ha enfrentado graves ataques y amenazas, las cuales la han puesto en jaque en algunas regiones, y sin duda la emergencia sanitaria actual se ha sumado a estos.

En un análisis retrospectivo, destaco cuatro aspectos en los que la pandemia impactó en la vida democrática:

1. Celebración de elecciones. Todo el mundo se enfrentó al dilema de posponer o llevar a cabo las elecciones ya programadas, pero ahora en condiciones que conllevan complejidades adicionales a las habituales, derivadas de la contingencia y las medidas sanitarias que se tienen que tomar. Algunos países han demostrado grandes capacidades para organizar elecciones en el contexto de la pandemia y han adaptado sus sistemas electorales a las condiciones actuales. Destaco tres casos.

Corea del Sur, donde muy al inicio de la emergencia se llevaron a cabo comicios de manera muy exitosa, siendo este país asiático un pionero en esta experiencia. Estados Unidos, que tuvo una de las contiendas más importantes en su historia, y más allá del resultado, destacan los ajustes implementados en diversos estados en cuanto a las fechas y modalidades de votación, lo que trajo como consecuencia, entre otras, la participación electoral más elevada de su historia. Y finalmente México que, aunque solo tuvo elecciones en dos entidades, esto representó una situación inédita, pues en principio se tuvo que aplazar la jornada electoral una vez iniciados los procesos electorales, y además a pesar de la pandemia se logró implementar de manera muy exitosa el voto electrónico a manera de prueba.

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2. Ejercicio de los derechos y las libertades. Muchos nos hemos visto obligados a restringir nuestra movilidad de manera importante, ya sea con toques de queda o cuarentenas, mandatadas por las autoridades o por las precauciones personales. Pero el aspecto más preocupante es que muchos gobernantes han aprovechado la situación para imponer medidas autoritarias que restringen desproporcionadamente el ejercicio de derechos y libertades. Esto ha obligado a los órganos jurisdiccionales y a la ciudadanía misma a hacer una defensa mucho más férrea del ejercicio de estos, al pronunciarse sobre temas como el derecho a la salud, a la libre manifestación o el derecho al voto, entre otros.

3. Liderazgo y responsabilidad de los gobernantes. La situación derivada de la pandemia ha provocado crisis económicas y sociales muy importantes en casi todo el mundo. Esto ha permitido medir el talante y la altura de nuestros gobernantes. Esta emergencia puso de manifiesto quiénes realmente tienen un liderazgo efectivo y una visión de Estado, y quiénes solamente buscan navegar sin tomar decisiones e, incluso, los que han adoptado medidas que profundizan las crisis de salud, económicas y sociales que se viven en diversos países.

Particularmente en México, esto nos obligó a repensar el federalismo en el que vivimos, reviviendo un añejo debate, tras evidenciar que, aunque hay gobernantes locales que actúan de manera más oportuna y decidida que otros, incluso que el gobierno federal, estos tienen facultades acotadas y sobre todo recursos muy limitados, los cuales en gran medida son controlados por el gobierno federal.

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4. Equilibrio de poderes. La pandemia detuvo al mundo por varias semanas, pues para tratar de contener la enfermedad, muchas actividades se restringieron drásticamente, permitiendo que solo aquellas consideradas esenciales pudieran llevarse a cabo. En muchos países ha sido clara la concentración de facultades y decisiones en los ejecutivos —las y los presidentes—, pues las actividades legislativas y jurisdiccionales se detuvieron durante meses, mientras que en otros casos, han sido estos poderes los que precisamente han tomado las medidas más importantes para enfrentar la situación.

Los retos que hemos enfrentado como humanidad este año han sido enormes y la democracia no ha quedado exenta, pues mientras los autoritarismos y las restricciones a los derechos han estado latentes, la participación ciudadana y el sentido de comunidad son los que han aflorado en muchos casos. Al final, el pacto social ha tenido que sortear nuevos retos en medio de la vida virtual y las limitaciones propias que se han dado por el COVID-19. Ahora, solo el tiempo dirá si la democracia sigue enfrentando retrocesos que la debiliten o si podrá volver a florecer en el mundo.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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