Una cosa es que se lleven pesado tanto al interior del gobierno como de Morena, pero cuando las diferencias y las grillas están por encima de resolver los problemas de la población, la mezquindad gana y perdemos todos.
Y les digo esto por el encontronazo entre el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, y el titular de la CFE, Manuel Bartlett , que sacó chispas, y cuyos principales afectados —diría el gobierno— fueron “primero los pobres”.
Aunque el gobierno dice que tuvo que “optar entre inconvenientes”, la verdad es que optó por inundar los municipios de Cunduacán, Centla, Macuspana, Nacajuca y Jalpa de Méndez. Sería bueno que nos diga el gobierno en qué lista se tienen que anotar los tabasqueños para que a unos no los traten como ciudadanos de segunda y a otros de primera. Solo falta que el gobierno diga que la situación del estado por las lluvias es culpa de los gobiernos neoliberales del pasado. ¡Ah, no, eso ya lo dijeron, aunque el gobierno pasado fue perredista! Recuerdan mucho y recuerdan mal.
Y esta no es la primera vez que el gobernador Adán Augusto López se rebela ante los cercanos del presidente. Cómo olvidar cuando marcó su distancia con el mismísimo doctor Hugo López-Gatell, tras expresar su descontento por las cifras relativas a la pandemia.
“Se lo dije al presidente ayer, yo ya no puedo con Gatell, tiene unas cifras que no sé de dónde saca, yo le mando las de ahorita”, se escuchó decir al gobernador en una plática con la secretaria de Salud estatal, Silvia Roldán Fernández.
Dicen que el gobernador tabasqueño anda muy preocupado por colocar a sus peones en candidaturas clave, tanto al interior del estado como a nivel nacional, para las diputaciones federales del 2021, porque se le metió —o le metieron— la idea de que él podía llegar a la silla grande en 2024.
Escuchó bien: el morenista está apostando al choque de trenes entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard y, de esta manera, colarse como un candidato de unidad y con la bendición presidencial. El tiempo lo dirá.
De familia de notarios, Adán es licenciado por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y maestro en Ciencias Políticas por la Escuela de Derecho, Economía y Ciencias Sociales de la Universidad de París II, Francia. Inició su carrera política (como otro tabasqueño que conocemos) en el Partido Revolucionario Institucional; incluso, en el 2000 fue coordinador de campaña de Manuel Andrade Díaz al gobierno de Tabasco. Posteriormente, se incorporó al PRD y se desempeñó como legislador en varias ocasiones. De 2006 a 2009, fue diputado local en Tabasco y después fue diputado federal en el periodo 2010-2012.
En 2006, fue coordinador regional de campaña de López Obrador. En 2012, llegó como senador del PRD, pero en 2013 se sumó a Morena. Desde 2016, su liderazgo local se consolidó cuando AMLO lo nombró líder estatal de Morena en Tabasco. De esta manera, fue el primer abanderado de Morena a la gubernatura de Tabasco.
Adán Augusto es cuñado del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, quien está casado con su hermana Rosalinda López Hernández, y también es cuñado de Humberto Mayans Canabal, quien fue secretario de Gobierno del estado de Tabasco entre 2007 y 2011 y senador priista en la Legislatura pasada. Mayans Canabal está casado con su otra hermana, Silvia López Hernández.
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