Al mismo tiempo se ha intensificado la agenda política. Se ha confirmado la salida de un grupo de 10 gobernadores de todos los partidos –salvo Morena– de la Conago. La Alianza Federalista de Gobernadores ha argumentado en principio, la necesidad de que se revise a fondo el Pacto Fiscal; además, Ricardo Anaya hizo pública su intención de rivalizar contra el actual gobierno.
El presidente López Obrador, por su parte, ha circunscrito estos temas a la arena electoral. En su conferencia mañanera, retó a varios de estos actores a medir fuerzas en las próximas elecciones. Con respecto al movimiento de productores en Chihuahua, aseguró que éste tiene un corte político, pues hubo integrantes del PAN presentes en los eventos de protesta que desarrollaron el fin de semana.
AMLO les propuso a quienes se instalaron con casas de campaña en la CDMX, que presionaran al Poder Legislativo a fin de que la consulta para la revocación de mandato se realice el mismo día de la elección intermedia, con lo que dejó ver nuevamente su interés por estar en la boleta el día de la elección intermedia. Por último, en respuesta al texto de intelectuales, presentó una carta firmada por alrededor de 28 mil ciudadanos que destacan las acciones del gobierno para evitar la censura.
Dos visiones confrontadas del país. La elección intermedia como el único horizonte visible hasta el momento. La pandemia y la crisis económica como entorno de una tensión que se acrecienta día con día. Para los seguidores de AMLO, estos movimientos sociales tienen la intención de desestabilizar y “derrocar” al presidente, para quienes desde ellos se oponen al mandatario mexicano, son expresiones de inconformidad frente a la ausencia de Estado de Derecho e incluso la imposición del “socialismo” por parte del nuevo régimen. ¿A quién creerle?