No me parece que sea así y para muestra la historia. Los que se atrevían a cuestionar rudamente al presidente Zedillo en sus conferencias eran sacados del recinto y detenidos. Con Peña Nieto, las listas de invitados eran tan selectas que las preguntas rudas ni se daban. Otros presidentes censuraban dando dinero.
El uso de los recursos del estado para intimidar a medios tampoco es una cuestión de hoy. Pretender que es así es olvidar (selectivamente) que Peña Nieto tenía un equipo de espionaje que, según documentó la prensa internacional, usaba contra activistas y periodistas. El asedio a la prensa lleva décadas.
Finalmente, está la queja de que el gobierno tiene “redes de bots”. No lo dudo. Está mal. Sin embargo, en lo personal puedo dar testimonio que esas redes también las poseen otros intereses. Yo he hablado bien y mal de López Obrador. Nunca he experimentado mayor acoso que cuando digo cosas positivas de López Obrador.
En general, me parece que la libertad de expresión está afectada desde hace décadas. Abajo las cosas siempre han estado mal, si no es que peor. Es por ello que la discusión no debe centrarse en lo que dijo Taibo, sino en las verdaderas dificultades de hacer periodismo en México.
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