Los primeros datos de abandono escolar ya muestran con claridad la magnitud del problema. La SEP anunció que en preescolar, primaria y secundaria el 10% de los alumnos matriculados abandonaron la escuela, esto es 2.5 millones de niños que no continuaron estudiando durante 2020. El dato podrá ser aún mayor en el ciclo 2020-2021 pues, sin clases presenciales y teniendo como “profesor” a la televisión, muchos niños podrían dejar de estudiar por completo.
El PNUD estima que el efecto de la deserción escolar causada por el Coronavirus será demoledor. Sin pandemia, siguiendo la tasa de crecimiento escolar de la última década, México hubiera alcanzado en 2021 los 14.9 años esperados de escolaridad. Con la deserción creada por la pandemia, ese número se reducirá a 13.7, es decir, volverá a los niveles que México tenía en 2015. Desde 1990, no se tienen registrados retrocesos de esta magnitud.
El problema del abandono escolar durante la pandemia va mucho más allá de un efecto económico. Estudios recientes han demostrado que existe una asociación entre tener jóvenes varones de 19 a 24 años que no estudian ni trabajan, y tener altas tasas de homicidio. Esta asociación entre abandono escolar, falta de empleo y tasas de homicidio es más fuerte en estados de frontera donde opera el crimen organizado.
Esto significa que la pandemia podría estar creando una tormenta perfecta en la que cientos de miles de jóvenes abandonen la escuela, encuentren un mercado laboral deprimido, y recurran al crimen como única forma de supervivencia.