Primero lo primero: no hay ninguna duda de que utilizar la mascarilla sanitaria ayuda a prevenir el contagio de coronavirus. La breve polémica sobre su beneficio que escuchamos al principio de la pandemia ya no existe más. Aunque no es lo mismo un cubrebocas profesional que uno improvisado, cualquier tipo de protección sobre nariz y boca tiene un efecto positivo para prevenir la transmisión del maldito virus.
No hay un solo organismo internacional, ninguna institución de salud ni tampoco gobierno responsable alguno en el planeta Tierra que no esté de acuerdo: hay que usar mascarilla. Los beneficios son enormes y, ahora, plenamente medibles.