Con la visita de Andrés Manuel López Obrador a Washington en el marco de la aprobación del T-MEC, se abre una ventana de oportunidad política pocas veces vista en los últimos 20 años de la relación bilateral México-Estados Unidos, que México debe aprovechar geoestratégicamente a favor de la recuperación de su economía y de su seguridad nacional.
Hoy en día ninguna elección en los Estados Unidos de América se puede ganar sin el voto latino. Sin duda, la coincidencia de los tiempos de la visita con los próximos a iniciar de las contiendas electorales en el vecino país del norte dota de relevancia la presencia del mandatario mexicano en suelo norteamericano, junto con la visita que tendrá con Donald J. Trump, quien será nuevamente candidato presidencial por el Partido Republicano. Ante la declaración de Justin Trudeau de no asistir a la reunión, este evento perdió su neutralidad política al no ser trilateral y, sin duda, puede inclinar la balanza en la elección norteamericana en generar influencia sobre el voto latino a favor de la reelección del presidente estadounidense.