Estamos justo a la mitad del 2020, un año que pareciera ser parte de una película de ciencia ficción. Un año de los contrastes que llegan a lo absurdo. El año de la tormenta permanente, del temor persistente a causa del COVID-19. El de las pérdidas multimillonarias; el año de las noticias negativas, día a día, minuto a minuto.
#ZonaLibre | ¡Cambien el guión del 2020!
Este eterno 2020, que llegó con desgracias: incontenibles incendios por diversos lugares del mundo. Con una amenaza latente de una tercera guerra mundial, debido a la confrontación entre Estados Unidos e Irán.
Quizá lo más difícil ha sido el incremento espectacular en cuanto a violencia y asesinatos en todo México.
Al hacer un recuento de daños a esta mitad de año, ya hemos sentido desde sismos hasta posibles tsunamis. ¡Qué alguien detenga al escritor del guión, o que de plano lo mejore!
El 2020 ha sido un año lleno de retos y dificultades que diariamente sorteamos, que ha llevado a la bancarrota a millones de personas y que tiene actualmente un ingrediente bastante nocivo: la polarización política.
Y cuando el país está en el peor momento para estar dividido entre ciudadanos, es justo cuando el virus de la desunión ataca profundamente.
Una fricción que escalaba
Todo comenzó con chistes y “memes”, cuando se hablaba de “fifís” y “chairos”, de aquellos que estaban en contra de las decisiones del gobierno autonombrado de la “Cuarta Transformación” y aquellos que defienden a capa y espada al presidente de la República y su gestión. Pero este 2020 hemos visto cómo la confrontación ha ido acalorándose a niveles que, hasta el momento, llegan solo a los insultos entre redes sociales entre dichos bandos, pero que está a nada, de convertirse en una posible gresca si se llegaran a encontrar luego del forzado confinamiento en que vivimos.
La polarización es culpa de todos los involucrados, principalmente del presidente que ha atizado el fuego una y otra vez, al buscar que todo mexicano tome una medida radical: “Estar con él o en su contra”. Lo que ha provocado que los mensajes tanto de sus seguidores como de los opositores pasen la raya de la tolerancia política.
Es entonces cuando el tema del clasismo y el racismo se abren para el debate nacional. Éstos, como la misoginia o la intolerancia, han sido expuestos con el motivo de que todos reflexionemos y esto nos uniera a condenar estas prácticas que venimos heredando desde hace más de 500 años.
Sin embargo, la polarización ha hecho que se desenfoque la verdadera pelea que debe realizar la sociedad en su conjunto y temas que nos deberían dar un paso para tomarnos de las manos, nos ha hecho empujarnos unos a otros, incluso con desprecio y fanatismo.
Esto denota dos cosas: la primera de ellas es que los grupos políticos han tomado la decisión de no ceder más hacia un acuerdo nacional y, en segunda instancia, que la elección del 2021 ya comenzó, si o si.
Si políticamente la intención de la oposición (todos los partidos no afines a Morena) es creer que lograrán campañas exitosas por estar en contra de AMLO, están al filo del fracaso más grande que puedan imaginar; por una simple razón: su propia división entre partidos los llevará a la repartición de votos.
Además de que ha sido más que comprobado que las elecciones negativas no convocan, no tienen el talante suficiente para hacer que la gente salga a votar en demasía, como necesitan los partidos de oposición el próximo año.
El hecho de que Felipe Calderón, Javier Lozano o Chumel Torres sean los máximos representantes del “AntiLópezObradorismo” es una pésima noticia para los que buscan ver caer a la 4T, porque sencillamente, esos tres personajes no estarán en una boleta y de ser así, no lograrían que el PAN y sus aliados, se unan al PRI. ¡Calderón y Lozano han combatido recientemente a la dirigencia del PAN como pocos!
La misión: elevar el debate
Lo que la oposición debe hacer para recuperar su valor moral ante la sociedad es volver a los principios partidistas que representan. Es decir, que el PAN sea panista, el PRD perredista y el PRI priísta. Pues, no hay ningún partido en México que tenga en sus lineamientos y principios “joder a México”, todos y cada uno tienen ideas y propuestas para mejorar al país.
Quizá les costará más tiempo de lo que quisieran, pero hace muchos años que los partidos no crean cuadros y políticos de altura. ¡Hoy los requieren más que nunca!
Por otra parte, si Morena cree que levantando la bandera de AMLO en sus campañas una vez más los llevará al éxito, están igual o más equivocados que sus adversarios. Porque el presidente ya no estará en la boleta, pero también porque si la única propuesta de los morenistas es la 4T, entonces están condenados a ser un partido con cuatro años de vigencia.
El problema con ese partido es que tienen una convulsión interna de mil cabezas, que los tiene al borde de una fractura descomunal, que de por sí ya sufren con la probable corrupción de Yeidckol Polevnsky y el ataque directo del senador Ricardo Monreal a la Secretaria de la Función Pública Irma Sandoval y su esposo, durante la entrevista al periodista Carlos Loret de Mola. Esto sumado a la condena enérgica por parte de Porfirio Muñez Ledo para defender al INE, aunque esto le haya causado un confrontamiento con AMLO.
Pareciera que la política en el país se ha rebajado a tal grado que las propuestas han quedado en un segundo o tercer término, aquí de lo que se trata es determinar quien puede lograr demeritar más a su contrario. Si este ánimo va creciendo, estaríamos frente a la peor y más sucia batalla política de la historia democrática moderna. Donde todos saldríamos perdiendo, pues ante la violencia y la intolerancia no puede haber ganadores.
Justo a la mitad del año, deben hacer un alto al fuego y comenzar a ser mucho más propositivos y asertivos, pues de no ser así, toda esa amargura que están fomentado, en un día no muy lejano podría convertirse en una desgracia violenta.
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