La confianza es algo que tarda tiempo en construirse pero se puede destruir en pocos segundos, por esa razón todas las decisiones de los gobiernos afectan de forma positiva o negativa a la confianza de las personas, empresas e instituciones. Cuando se destruye la confianza en un país, se puede generar un caos político como comienza a verse en varias partes del mundo, hay enojo y malestar seguramente provocado por los altos niveles de desempleo y la presión económica de las familias.
Para que no nos sorprenda la delicada situación que vivimos en México, el propio Banco de México alertó en su reunión de la junta de gobierno el 14 de mayo sobre el desplome en la confianza en los agentes económicos y ve riesgos considerables para la recuperación económica; es decir, podemos tenemos una crisis económica con una larga recuperación.