Carlos Bravo Regidor cedió el espacio de su columna a Georgina Jiménez, quien trabaja con datos sobre violencia de género para explicar la magnitud y significado del fenómeno del feminicidio:
En Data Cívica pasamos mucho tiempo pensando en cómo los datos y la tecnología nos pueden ayudar a entender la crisis de violencia, dolor y desesperanza en la que vivimos. Contamos homicidios, feminicidios, desapariciones y secuestros, pero no lo hacemos solo por contar, sino porque creemos, genuinamente, que entender la magnitud, los alcances y tipos de violencia pueden ayudarnos a encontrar respuestas, a diseñar alternativas y soluciones a este profundo agujero del que a veces no estamos seguras si vamos a poder salir.
Las características de las violencias que matan a las mujeres ya están documentadas. Sabemos, por ejemplo, que, en la casa, ese lugar que debería ser refugio y cobijo, fuente de seguridad y tranquilidad, las mujeres corren mucho más peligro que los hombres. Sabemos que, en 2017, por ejemplo, mataron a uno de cada diez hombres en casa, pero mataron a 3 de cada 10 mujeres ahí. Sabemos, además, que para las mujeres que tienen más de 65 años la casa es incluso más peligrosa que la calle (y miren que no es que tengamos las calles más seguras). En 2017, a 6 de cada 10 adultas mayores las mataron ahí, en la “comodidad” de su hogar.