Las polémicas en que se ha sido envuelto son –como dirían las abuelitas– de dulce, chile o manteca: desde una fallida campaña subliminal sobre las bondades de ser Delgado, su incapacidad para hacerse de la candidatura a jefe de Gobierno, la cual le ganó Miguel Ángel Mancera, pasando por su presencia en el mundial mientras en México enfrentaba el escándalo de la línea 12, hasta cuando fue captado en animado baile.
Admirador de Steve Jobs, cofundador de Apple, a quien considera “un hombre fascinante", Mario Delgado fue reconocido como uno de los Young Global Leaders 2011, en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Hoy, antes de cumplir las cinco décadas busca afanosamente dirigir el partido que fundó AMLO en julio de 2014 y acusa que sus adversarios lo quieren sacar a la mala de la contienda.
Te puede interesar: Morena se mete autogol y la UIF se queda sin dientes; se arma bronca en Tribuna
Baste recordar que apenas hace un par de semanas, y luego de que le impidieron el ingreso a una de las asambleas partidistas en la alcaldía de Iztacalco, el diputado federal consideró que existen personas que buscan manipular el proceso interno y consideró que no debe haber miedo a la competencia ni a la democracia para demostrar que Morena es un partido diferente.
Mario Martín Delgado es padre de Mario y de Victoria, y está casado con Sofía López. Nació en la capital de Colima, pero se ha desarrollado políticamente en la CDMX, desde que, a los 30 años, en 2002, se desempeñó como director de estadística en la policía capitalina.
Ahí, precisamente, inició su acompañamiento con el actual canciller Marcelo Ebrard.