Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de México con un mensaje de unidad. Su discurso no siempre ha estado a la altura. Con frecuencia, el presidente no ha logrado despojarse de sus sospechas de conspiración y su afán de encontrar adversarios donde solo hay críticos o, peor todavía, periodismo independiente.
Por fortuna, el hombre que apareció en el balcón de Palacio Nacional la noche del 15 fue la mejor versión del presidente de López Obrador.