Cuando hablamos de inseguridad nos referimos a hechos violentos, a conductas que atentan contra la integridad de las personas como el robo, el homicidio, el secuestro y todo el catálogo de delitos con los que, por desgracia, estamos familiarizados debido a la información que a diario vemos en los medios de comunicación o en nuestro entorno más cercano.
Esos delitos que contribuyen a generar un clima de inseguridad, pueden ser violentos o no. Depende de las características de quienes los cometen y los objetivos que persiguen al momento de realizarlos.
Lee también: Una balacera en Artz Pedregal deja una persona muerta y dos heridas
La violencia, por otro lado, es la interacción entre dos o más personas para conseguir dominar a alguien o imponer algo y puede ocasionar daño o un mal, puede ser de carácter ofensivo o defensivo y se expresa de manera física, sexual, verbal o psicológica.
Por eso, la forma en que la autoridad trata ambas conductas debe ser diferente. Una persona que comete un delito, sin duda debe ser castigada conforme a las penas que establece la ley; una persona violenta debe ser apoyada para modificar esa conducta y poder relacionarse con su entorno con respeto y de forma pacífica.