La gente quiere llegar a Estados Unidos a cualquier costo. Los casi 90,000 migrantes principalmente centroamericanos detenidos en la frontera duplican la cifra de hace un año. Las cifras de muertos en el intento de cruzar la frontera crecerá exponencialmente frente a los 283 del año pasado. ¿Qué puede hacer México?
Freno y combate a los ‘polleros’
México puede enfocar sus esfuerzos en que la Guardia Nacional sea un cuerpo disuasorio eficaz y capacitado en trato humanitario. Dejar claro que no es territorio de paso de cualquiera, sino un Estado que cuida sus fronteras. Lo mismo hacen los países del sur de Europa. También, en exigir a Estados Unidos corresponsabilidad y apoyo económico tanto en los costos como en el proyecto de desarrollo de Centroamérica.
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La política disuasoria en la frontera sur, de detener el flujo de migrantes, puede tener efectos positivos. Primero, al enviar el mensaje de que no será fácil llegar por México, se reducirá el número de personas dispuestas a arriesgar sus vidas frente al crimen organizado, los peligros del viaje (el jueves murió Waldina, una migrante hondureña, arrollada por ‘La Bestia’) y un destino incierto que puede acabar en prisión o en un campo de refugiados. Segundo, al enfocar la atención en los verdaderos problemas: la crisis política, económica y de seguridad que viven nuestros países vecinos. Tercero, y derivado de lo anterior, al hacer evidente la necesidad de apoyo internacional al plan de desarrollo integral de Centroamérica, una iniciativa en la que el gobierno mexicano está mostrando una ambición de política exterior y una visión articulada que sería bueno ver en otras áreas.