¿Qué tan intolerantes somos?
¿Los mexicanos somos racistas, clasistas y nefastos con los migrantes? La respuesta es un terrible “si, lo somos”. Según una encuesta realizada por el periódico El Financiero, el 63% de los mexicanos opina que México debe cerrar las puertas de la frontera sur, sí, como el famoso muro de Donald Trump. Muchos mexicanos consideran que en nuestro país primero se debe atender a los paisanos pobres y marginados, antes que apoyar a los migrantes. Una posición muy parecida a la que apoyan los seguidores de Trump para levantar el muro.
Un interesante estudio realizado por el doctor Campos Vázquez del CIDE presenta datos concretos sobre la interrelación entre racismo y clasismo en México.
En la autopercepción del color de piel, la mayoría de los mexicanos eligen un color más claro. Es decir, a la pregunta ¿cuál considera que es el color de su cara? El 67% de los encuestados dijo ser blanco intermedio y el 12% dijo ser blanco rosado.
Sin embargo, cuando el color de piel es contrastado por el encuestador con el patrón PERLA, el color de piel se obscurece. Esto quiere decir que la población mexicana tiende a percibirse con un color de piel más claro respecto al que verdaderamente tiene y nos es difícil aceptar que nuestra piel pueda ser más oscura, pues lo relacionamos directamente con la cuestión socioeconómica.
¿Recuerda la fotografía del niño sirio Aylan Kurdi, cuyo cuerpo ahogado fue localizado en una playa turca en 2015, cuando su familia pretendía migrar a Europa? La imagen recorrió el mundo causando una fuerte indignación. ¿Por qué la fotografía del salvadoreño Óscar y su hija Valeria no ha causado tanto recelo en la sociedad mexicana? Quizá es porque debemos aceptar que uno de los problemas más serios en nuestro país es el tabú de hablar sobre nuestro racismo, misoginia, homofobia y otros tipos de violencia e intolerancia. La actual crisis migratoria, de cierta manera nos ha desnudado y nos ha enfrentado a lo peor de nosotros mismos como sociedad.
La realidad migrante no tiene colores de banderas o pasaportes, sino que se trata de una desgracia humana, que tiene que ver con la explotación, los desplazamientos, la concentración de la tierra, o el despojo de los medios de reproducción de la vida en distintas regiones del mundo.
Hoy debemos ser solidarios, de otra manera nos convertimos en cómplices de los políticos racistas y xenófobos, que abundan en todas partes del mundo.