Estas cifras corresponden al presupuesto autorizado para educación básica y no incluyen el dinero destinado a nómina ni el gasto de la Ciudad de México.
“Eso explica, en parte, por qué seguimos teniendo escuelas en mal estado y por qué se les ha reducido la provisión de bienes y servicios”, afirmó Fernando Ruiz, director de investigación de Mexicanos Primero.
En 2018 el gasto dedicado a educación básica representó 11.32% del presupuesto federal total de ese año, mientras que en 2022 la proporción fue de 9.76%, según datos de la organización.
El gasto para educación básica no ha superado su mejor año, que fue 2007, con un porcentaje de 13.55% del presupuesto federal.
“Esto confirma la tendencia a la baja en las tres últimas administraciones. Ante esto, ¿qué esperamos ver en el nuevo Presupuesto de Egresos de la Federación? Más recursos para atender la emergencia educativa. ¿Y qué necesita tener el presupuesto para resolver los actuales problemas educativos? Más programas y menos rollo”, dijo Fernando Ruiz.
Aseguró que la prioridad del gobierno debe ser invertir más en escuelas y en sus comunidades porque, hasta ahora, el gasto en infraestructura educativa ha sido insuficiente.