¿Existe la discriminación disfrazada?
Desde su perspectiva José Antonio Aguilar, fundador y director de la asociación civil Racismo MX el tema Sonora Grill abrió la discusión sobre prácticas realizadas por otros establecimientos en toda la Ciudad de México, en antros, bares y restaurantes, donde la entrada es general, pero al interior existen zonas reservadas para personas de cierto nivel socioeconómico.
Dijo en entrevista que, a pesar de que la discriminación está expresamente prohibida por la ley de establecimientos mercantiles vigente en la capital, existen prácticas que pueden considerarse racismo, pero que se disfraza dado que no se encuentra dentro de los manuales de operación de los negocios.
“Nunca un establecimiento te va a decir que no te deja pasar por tu color de piel o vestimenta, siempre te van a decir que ya está lleno; como saben que la discriminación es un delito, no te van a decir que es por cierta característica”, señaló.
Agregó que en diversas ocasiones las reglas de etiqueta o códigos de vestimenta no son detectados o denunciados como hechos discriminatorios para el ingreso a establecimientos que se dan en su mayoría en antros o restaurantes, sin embargo, la forma de combatir estas prácticas no son penales, sino de transformación social.
“Que las personas por voluntad propia dejen de generar esta discriminación, que se internalice que eso está mal y que eso no nos conviene, porque los negocios ganan dinero a partir de la discriminación, lo que tenemos que hacer es una transformación social”, señaló
Por su parte el activista y politólogo Aurélien Guilabert consideró que el llamado “derecho de admisión” es también una forma de discriminación basado en características físicas y, sobre todo, socioeconómicas de las personas
“Ellos (los negocios) te van a decir que es un derecho porque son establecimientos privados, si este derecho de admisión se basa por un perfilamiento físico, esto si es una discriminación y se puede incluso denunciar porque en la Ciudad de México es un delito“, expuso.