¿Qué pasó con el Renave? El fraude del PRI de finales de los 90
El Renave debía funcionar como base de datos de identificación para todos los vehículos que circulaban en México, pero en su lugar, fue utilizado como una herramienta de fraude.
En 2000, México fue testigo de la detención de un sujeto acusado de genocidio, fraude, malversación y venta ilegal de automóviles, así como la posterior desaparición de un organismo gubernamental: el Registro Nacional de Vehículos (Renave).
En junio de 1998 se aprobó la Ley para la creación y regulación del Renave, institución que iba a regular el registro vehicular y evitar la importación desmedida de unidades, así como su robo.
Este organismo se echó a andar el 15 de junio de 1998. En ese momento, el presidente de México era Ernesto Zedillo Ponce de León, quien venía arrastrando la controversia por la activación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), en 1995; y más adelante el Registro Nacional de Vehículos iba a protagonizar otro escándalo que mancharía al PRI en aquellos años.
Publicidad
¿Para qué se creó el Renave?
El Renave dependía de la extinta Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, institución sucesora del Registro Federal de Automóviles, que a finales de 1980 fue cerrado por corrupción y malos manejos.
Lo que se pretendía a través del Renave era crear una base de datos de identificación para todos los vehículos automotores que circulaban en el territorio nacional para enfrentar el descontrol, robo de vehículos e importación de autos ilegales. Sin embargo, éste no cumplió con su labor y, por el contrario, fue utilizado como una herramienta de fraude.
La concesión del Renave se entregó a la empresa Talsud, que estaba dirigida por Ricardo Miguel Cavallo. El gobierno invitaba a la ciudadanía a registrar sus vehículos. Para ello debían proporcionar documentación personal y del vehículo, y se pusieron a disposición distintos centros en el territorio para cumplir el requisito. En caso de no realizar el trámite, los propietarios podían hacerse acreedores a una multa.
El destape de la verdadera identidad de Ricardo Miguel Cavallo
El funcionamiento del Renave transurrió con normalidad hasta 2000, cuando el diario Reforma publicó datos sobre el pasado de Cavallo, cuya verdadera identidad era Miguel Ángel Cavallo, alias "Serpico", quien fue teniente de la Armada en Argentina y que fue acusado de genocidio, tortura y terrorismo durante el periodo 1976-1983, cuando sucedió la dictadura militar argentina.
De acuerdo con varios supervivientes, Cavallo fue uno de los principales torturadores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Acabada la dictadura, fue procesado y acusado de 226 crímenes, pero fue amnistiado por la Ley de Punto Final de 1986.
El 24 de agosto de 2000, Cavallo fue aprehendido acusado de fraude, malversación y venta ilegal de automóviles, cuando intentaba regresar a su país, luego de que se revelaran los datos sobre su verdadera identidad.
Publicidad
Tres años después, Cavallo fue extraditado a España a petición del juez Baltazar Garzón para ser juzgado por delitos de genocidio y terrorismo ocurridos durante la última dictadura en Argentina.
Pasados cinco años, el gobierno español entregó a Cavallo a su país de origen para ser juzgado por los crímenes cometidos durante la dictadura militar.
El 26 de octubre de 2011, el argentino fue condenado a cadena perpetua por crímenes contra humanidad durante la dictadura.
Los sucesos ocasionaron escándalo en diversos medios políticos e informativos mexicanos, lo cual llevó a cuestionar los motivos de la concesión del Renave, situación que contribuyó a su desaparición, según explica el Senado en la Gaceta parlamentaria del 9 de julio de 2008.
“Como consecuencia de la desaparición del Renave, se crearon nuevas disposiciones legales en las que se reflejó la urgente necesidad de crear un registro vehicular, debido a los altos índices de robo de vehículos y a los ilícitos cometidos en estos medios de transporte, así pues nacieron la Ley del Registro Público Vehicular (Repuve) ,y el Reglamento de la Ley del Registro Público Vehicular , donde se establece que la constancia de inscripción al antes mencionado registro vehicular, será una calcomanía con un dispositivo electrónico que acreditará el registro del vehículo. Asimismo precisa que este dispositivo electrónico deberá ser inviolable e infalsificable”, detalló la Gaceta.
El 15 de septiembre de 2000, a través del diario Oficial de la Federación se declaró, como medida precautoria, la intervención administrativa del servicio público del Registro Nacional de Vehículos, con el objeto de intervenir ya no sólo los aspectos técnicos relacionados con la integridad y confidencialidad de la base de datos, sino también la administración de la empresa.