De acuerdo Llistar, a través del trabajo terapéutico y el acompañamiento psicosocial a los periodistas se abre la caja de una serie de situaciones que se normalizan con la violencia y que hay que modificar "porque no se puede vivir en ese cotidiano de ansiedad y angustia”, por lo que el programa brinda herramientas para continuar con la vida y el trabajo de regreso a México, a partir de un programa más académico sobre periodismo de paz.
"(La idea es compartir estrategias) para cuidar sus vidas en una perspectiva más estratégica y de largo plazo, de modo que también creen sus análisis de riesgo y sus redes de apoyo", explica Llistar, quien también señala que la idea es crear redes con periodistas locales.
“En Barcelona los periodistas viven un clima de seguridad alejados de ese tipo de amenazas y se les brinda seguridad”.
David Llistar, director de Justicia Global y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Barcelona.
Esto abre la posibilidad de tener un espacio de tiempo para concentrarse en sí mismos y poner su vida en el centro, más allá de toda la turbulencia que están pasando; “ayuda a que al retorno puedan estar más fortalecidos para poder encarar su trabajo ya con un nuevo enfoque”, dice.
¿Cómo se hace?
En ese programa, el Ayuntamiento de Barcelona destina un presupuesto cercano a los 100 mil euros anuales a través de la dirección de Justicia Global y Cooperación Internacional y lo gestiona la organización Taula per Mèxic y ambas, coadyuvan con el gobierno mexicano y con el Mecanismo de Protección Federal para periodistas y defensores de derechos humanos.
De acuerdo con Landeros, aunque hay muchos comunicadores víctimas de violencia y acoso, son las organizaciones Artículo 19, la Red de Periodistas de a Pie, Aluna Acompañamiento Psicosocial Asociación Civil, el Centro de Información sobre la Mujer (CIMAC) las que presentan sus casos “y hacemos una evaluación del nivel de riesgo” para decidir la entrada al programa.
“Vienen amenazados con distintos niveles, la mayoría amenazados por alcaldes, funcionarios, medios o el crimen organizado. Sobre todo los gobiernos locales municipales, y se trata de periodistas que no pertenecen a las grandes organizaciones de comunicación, sino que son de medios de algunas regiones son los que hemos identificado en donde se presenta el mayor nivel de riesgo”, detalla Landeros.
Cuestionado sobre la situación de los representantes de la prensa en México, objeto casi diario del discurso de descalificación del presidente Andrés Manuel López Obrador, Llistar reconoce no tener el contexto a detalle.
“Pero me parecería desafortunado que hubiera críticas hacia un sector que es clave para la solución y para resolver casos de impunidad, violencia y corrupción”, sostiene.