Para Mara Zaragoza, una de las funciones primordiales que asumen las acompañantes de aborto es la de brindar información, que es un derecho humano establecido en los preceptos internacionales y que, sin embargo, muchas mujeres no tienen.
"Las acompañantes hacen una función primaria que es la de dar información, escuchar a las mujeres, resolver dudas. Incluso, muchas acompañantes dan información y no necesariamente esa información deriva en un aborto", aclara.
A esto se suma el hecho de que en todo momento están ahí, acompañando el procedimiento, mitigando dudas, miedos, ataques de ansiedad, y a veces -dice Zaragoza- eso no se tiene en los servicios de salud.
El acceso seguro y libre al servicio médico
En septiembre de este año, la Suprema Corte marcó un nuevo precedente para el país en materia de la ILE, al declarar que es inconstitucional que las mujeres y personas gestantes que deciden interrumpir su embarazo vayan a prisión, y que también es inconstitucional que los estados reconozcan "la vida humana desde la concepción".
Pero los códigos penales para los que fueron dirigidas estas sentencias —Coahuila y Sinaloa, aunque se sentó jurisprudencia en todo el país— no han modificado sus códigos penales y, por tanto, se mantiene la criminalización por la interrupción libre del embarazo.
Es por esto que Mara Zaragoza considera que es necesario validar la existencia de todas las vías posibles a través de las cuales las mujeres buscan tener un aborto seguro y por decisión personal.
"Hay mujeres que sin duda, a pesar de que existan las redes y los colectivos, prefieran buscar la asistencia en servicios de salud porque probablemente se sienten más seguras o más protegidas, pero hay una variedad de situaciones que pueden hacer que las mujeres busquen servicios en una u otra vía de acceso, como las acompañantes", dice.