De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay alrededor de 63 millones de mujeres que menstrúan cada mes, una condición biológica que las obliga a pagar altos impuestos y para la cual carecen de espacios adecuados para gestionar su periodo con dignidad.
Los productos de higiene menstrual en México son diversos. Si se toman en cuenta los más comunes, que son toallas sanitarias y tampones desechables, el precio ronda los 40 o 50 pesos por 10 o 14 unidades. En una familia con dos personas que los requieran, el gasto asciende a 250 o 300 pesos mensuales.
Rodríguez señala que en el país nunca se ha implementado una política pública o legislación que garantice el derecho a una gestión menstrual digna, por lo que destaca los casos de Michoacán y la Cámara de Diputados —que ya aprobaron la gratuidad de los productos—, así como algunos congresos locales y candidatos a un cargo público que incluyen el tema en sus agendas.
Los avances
El pasado 3 de marzo, Michoacán se convirtió en el primer estado en aprobar la llamada Ley de Menstruación Digna, que consiste en implementar una educación menstrual de calidad y en garantizar el acceso gratuito de toallas, tampones y copas para alumnas de educación básica (primaria, secundaria y bachillerato) en las escuelas públicas de la entidad.
"Estamos trabajando con la Secretaría de Educación Pública de Michoacán para garantizar que, primero se empiece a dar la educación menstrual de calidad en las escuelas, y después empezar a repartir los productos gratuitos", detalla la activista.
Una encuesta realizada en 2020 por la Unicef, Menstruación Digna y otras organizaciones, la cual tuvo un alcance de alrededor de 2,000 niñas, niños y adolescentes, arrojó que el 37% de los estudiantes en México considera que la información que se da en las escuelas sobre la menstruación es insuficiente e inadecuada, mientras que el 40% ha tenido que investigar por su cuenta.