Además de los problemas económicos, ¿qué otros riesgos hay para el periodismo hoy? En México, por ejemplo, está el de la violencia.
La violencia en México y en Venezuela e históricamente en países como Colombia o el Perú es una de las principales amenazas. Este es el país más peligroso del mundo para ser periodista hoy en día. Fuera de eso, que es una contingencia particular, creo que a nivel global la principal amenaza es la salud económica de los medios. Empieza a haber discusiones en ciertos países sobre hasta qué punto el Estado debería involucrarse en la sostenibilidad de los medios. Es una discusión compleja porque depende de distintos factores, cada mercado es distinto. En México, la cantidad de dinero que se destina todavía a medios siempre ha generado muchas suspicacias por la discrecionalidad de esos fondos. Creo que pasa por ahí y por la credibilidad.
Lastimosamente, estamos en un momento en el que buena parte de nuestra audiencia no nos cree, y no solo no nos cree, no nos quiere”.
Piensa que estamos al servicio de poderes que tienen capacidad para comprar voluntades y coberturas, pero si los medios no trabajamos en sostener y recuperar en muchos casos la confianza de nuestra audiencia, estamos abocados al fracaso de una manera directa, sin peaje. Porque si no tienes la confianza de tu audiencia, no tienes absolutamente nada, es la única moneda de cambio que tenemos como periodistas y como medios.
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Para cerrar, ¿qué consejo le darías a un periodista con una carrera larga, a uno que está empezando y a un joven que se plantee ser periodista?
A los coetáneos o mayores que nosotros, que no pierdan la curiosidad. Una de las cosas fantásticas de ser periodista es que estás expuesto a multitud de realidades constantemente. Entonces, no perder la curiosidad, ese afán por aprender y por descubrir novedades incluyendo a nuestro oficio, porque en estos tiempos está cambiando de una manera muchísimo más rápida que en los últimos 50 o 100 años.
Para alguien que esté empezando, que encuentre modelos y mentores. Una de las cosas que me asusta y me preocupa de nuestra industria es que el modelo de formación de periodistas se ha quebrado. Hasta hace poco había un proceso, en muchos casos informal, de formación: uno aprendía viendo a otros, escuchando y siendo corregido. Eso, lastimosamente, como consecuencia de todos estos cambios prácticamente ha desaparecido.
Y para alguien que se plantee estudiar Periodismo, que no estudie Periodismo. Incluso, si quiere ser periodista, que no estudie Periodismo. La carrera en casi todas partes está mal formulada. Casi cualquier otra carrera de Humanidades o de Ciencias te amuebla la cabeza y te brinda herramientas que te van a ser mucho más útiles si quieres ser periodista. Esas disciplinas te enseñan a pensar y fundamentos básicos de investigación, de análisis de textos, de confrontación de ideas, que es al final lo que hace un periodista. Lo demás, la parte técnica, se aprende en el ejercicio y teniendo mentores que estén dispuestos a serlo.