Esta semana fue aprobada la reforma que envió el expresidente Andrés Manuel López Obrador para prohibir la comercialización y distribución de "vapeadores, cigarrillos y demás sistemas o dispositivos electrónicos análogos". Al tratarse de un cambio constitucional, deberá ser avalada por 17 congresos locales para poder ser promulgada.
"Es un mensaje (la reforma aprobada) porque recuerden que el presidente López Obrador modificó la ley para prohibir la venta y comercialización de vapeadores, y la Corte echó para atrás ese cambio a la ley, entonces envió esa reforma constitucional para que quede claro que hacen mucho dañoa la salud", reiteró.
Sobre las sanciones para quienes sigan comercializando vapeadores, la presidenta dijo estas se establecerán en la ley secundaria respectiva.
“Tiene que haber su estrategia de inspección, pero es importante que se mande este mensaje, Tiene que venir la ley secundaria para que vengan todas las sanciones”, afirmó.
En un recorrido realizado por Expansión Política se encontró que los vapeadores son vendidos en distintos puntos de la Ciudad de México a precios accesibles, incluso en las cercanías de Palacio Nacional: 50 pesos el de 5,000 fumadas, 35 pesos de 1,000 vapeos.
La prohibición tendrá el reto de ser aplicada no sólo en grandes cadenas de conveniencia y "smoke shops" legalmente establecidas, también en el mercado irregular que se encuentra en las calles.
Además, expertos alertan que apostar por la prohibición, y no por la regulación, conlleva problemas como el no cobro de impuestos y el posible aumento del mercado negro de ese producto.
Más de 30 sustancias dañinas
La decisión de prohibir los vapeadores responde a que son dispositivos altamente dañinos para la salud debido a que contienen más de 30 sustancias tóxicas, a los que cada vez más niñas y jóvenes tienen acceso y porque son la puerta de entrada a otro tipo de drogas, explicó Armida Zúñiga Estrada, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).