“Es un tiro en el pie. Un arancel es un impuesto, los impuestos propuestos. El 25% tendrá un impacto directo en las empresas porque equivale a duplicar el impuesto sobre utilidades”, destacó.
Detalló que se pueden perder hasta 400,000 empleos principalmente de la industria automotriz y autopartes.
"El impacto sobre las empresas es enorme más o menos pensamos que al final estos impuestos van a afectar al consumidor en los Estados Unidos, pero también a las empresas, y se perderían alrededor de 400,000 empleos. ¿Esto de dónde sacamos la cifra? Pues en los Estados Unidos 400,000 empleos en Estados Unidos. ¿Se perderían esos empleos? Y esto lo consulté con las diferentes empresas que tuve oportunidad de poder conversar entre el anuncio y el día de hoy, esta mañana", dijo.
El secretario recordó que hay un antecedente de impuestos en Estados Unidos y se trata de la política que se siguió en 1930 y que provocó una guerra comercial. También en el gobierno de Richard Nixon, en la década de los setenta, se impuso un arancel del 10% a importaciones
“Prácticamente fue un arancel general para negociar modificaciones a las políticas cambiarias de sus socios comerciales o sea fue un objetivo transaccional ‘pongo 10% porque quiero que mis socios hagan modificación su política cambiaria’, estas medidas generaron un incremento en los precios de los productos importados inmediatamente y una reducción en el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses entonces no lo pudieron mantener mucho tiempo por esa razón y duró más o menos 4 meses es decir fue temporal y sí tuvo costos importantes para el consumidor norteamericano”, destacó.
A partir de ese ejemplo, comentó que con la imposición de aranceles de 25% el impacto para los consumidores estadounidenses sería mucho mayor.
“Hay que estimar que ahora los efectos serían mucho mayores que en 1971 no solo por porque allí era 10% y ahora se habla de 25% sino porque en 1971 Estados Unidos solamente importaba 3.4% de su Producto Interno Bruto y hoy importa 12.7% casi 13 o sea, cuatro veces más”, destacó.
El también excanciller consideró que la propuesta de Donald Trump implicaría en los hechos imponer aranceles a empresas estadunidenses.
"Entonces, cuando dice el Trump, voy a ponerle a México 25% porque exporta a demasiados Estados Unidos, lo que está diciendo es, queridos compañeros, vamos a imponerles un impuesto a las empresas norteamericanas más importantes del mundo, de 25%, porque producen en México y exportan a Estados Unidos", comentó.
Bajo el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Economía aseguró que se busca la integración en la región de Norteamérica.
"El comercio interregional entre México, Estados Unidos y Canadá, de enero a septiembre de este año, es de 1776.5 billones de dólares. Más o menos, para darnos una idea, es un tercio del Bruto Interno Bruto Mundial, lo que genera nuestra región. Entonces, en la mesa hay como dos alternativas. Nos podemos fragmentar y dividir con acusaciones y tarifas. Podemos hacer eso, si queremos, porque si nos ponen una tarifa, nosotros ponemos otra, y Canadá pone otra, pues va a ser una división de no nunca acabar. O construimos juntos una región fuerte, competitiva y preparada para liderar el futuro y competir con otras regiones", planteó.