Tras recibir la banda presidencial de manos del entonces presidente del Congreso, Jesús Murrillo Karam, Peña Nieto saludó de mano a Calderón, a los integrantes de la mesa directiva y ya bajo la tribuna recibió apretones de mano. Las selfies no eran práctica común, al menos no de la clase política.
Tras la sesión Peña Nieto se fue a Palacio Nacional, en donde emitió su primer mensaje a la nación como mandatario, ante la presencia de mil invitados nacionales y extranjeros.
Los invitados especiales
Los tres, Peña, López Obrador y Sheinbaum, han reunido en su entorno a una gama amplia de integrantes de la comunidad internacional para la sesión de Congreso General en la que han rendido protesta como presidentes constitucionales.
En 2012, a la llegada a la presidencia de Enrique Peña Nieto, la delegación más destacada fue la de Estados Unidos, aunque en realidad acudieron 13 jefes de Estado y de Gobierno.
Entre los 350 invitados nacionales y extranjeros estuvieron Joe Biden, entonces vicepresidente de Estado Unidos, a la cabeza de una comitiva formada por el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne; la entonces Secretaria del Trabajo de ese país, Hilda L. Solís; John O. Brennan, asistente del entonces presidente Barack Obama para la Seguridad Interior y Contraterrorismo, y la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta S. Jacobson.
Otros invitados fueron Laura Chinchilla, presidenta de la República de Costa Rica, y entre los invitados nacionales, además de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en pleno estuvo el presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés.
En cambio en las ceremonia en las que rindieron protesta Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre de 2018 y Claudia Sheinbaum este 1 de octubre de 2024, dominaron los invitados de países de izquierda.
El expresidente López Obrador sí invitó al rey Felipe VI de España, al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; al de Cuba, Miguel Díaz-Canel; al de Bolivia, Evo Morales; el de Ecuador, Lenín Moreno, y al de Perú, Martín Vizcarra.
Acudieron la vicepresidenta de la Asamblea Popular de la República Popular China, Shen Yueyue; el Secretario de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania, Niels Annen; entre otros, pero la delegación de estados Unidos fue extensa: Michael Pence, vicepresidente estadunidense; Rick Perry, secretario del Departamento de Energía; Kirstjen M. Nielsen, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional; Ivanka Trump, hija del entonces presidente Donald Trump asistente y consejera presidencial, entre otros.
Acudió incluso la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Sheinbaum, a diferencia de López Obrador no invitó a nadie de la monarquía española, en cambio si extendió invitación a 16 jefes de Estado, entre ellos el de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora; el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el de Chile, Gabriel Boric Font; el de Colombia, Gustavo Petro; el de Cuba, Miguel Díaz-Canely la de Honduras, Xiomara Castro.
También acudieron 10 titulares de organismos internacionales, así como embajadores residentes y concurrentes.
En representación personal del gobierno de estados Unidos, acudió la esposa del presidente Joe Biden, Jill Biden.