Hace casi seis años, el 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador rindió protesta como presidente de México.
Tras un discurso que se extendió durante una hora y 20 minutos, el mandatario federal se dijo partidario de la no reelección, en tanto que se comprometió a trabajar 16 horas diarias para dejar, en 6 años, muy avanzada la obra.
Así fue el día en que AMLO asumió formalmente la Presidencia de México.
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Al menos 13 jefes de Estado, siete vicepresidentes, un rey, un príncipe y algunas decenas de personas estuvieron en la lista de invitados VIP a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México.
Entre los invitados, y a pesar de las críticas, estuvieron el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, e Ivanka Trump, hija del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. También asistieron Lenín Moreno, expresidente de Ecuador; Evo Morales, expresidente de Bolivia; Martín Vizcarra, expresidente de Perú, y Felipe VI, rey de España.
Luego de que en el Congreso de la Unión se llevó a cabo la ceremonia de investidura del presidente López Obrador, la cual fue encabezada por el entonces presidente de la Cámara Baja, Porfirio Muñoz Ledo, y el del Senado, Martí Batres, y en donde también estuvo presente el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, quien entregó la Banda Presidencial a Porfirio Muñoz Ledo, que a su vez se la colocó a López Obrador, AMLO dio un mensaje a la Nación que duró poco más de una hora aproximadamente.
Al terminar su discurso, el presidente sostuvo una reunión privada con jefes de Estado invitados en Palacio Nacional.
Tras dicha reunión, López Obrador encabezó una celebración en el Zócalo capitalino, por su toma de protesta como presidente de México. Ahí, ese 1 de diciembre, aseguró que no solo cumpliría con la obligación constitucional de rendir un informe ante el Legislativo, sino que también iría al primer cuadro de la capital para hablar ante la gente.
En ese primer discurso, López Obrador expuso también los 100 puntos de su proyecto de nación, entre los cuales incluyó la abrogación de la reforma educativa, la mejora del sistema de salud para que tenga nivel de primer mundo, y las becas y los apoyos económicos para jóvenes desempleados, personas con discapacidad y adultos mayores, así como impulsar la austeridad. Luego del dicurso del presidente, por primera vez se llevó a cabo una ceremonia de entrega de Bastón de Mando por parte de los representantes de los pueblos indígenas de México, en la Plaza de la Constitución.
