Pero, a días de que deba iniciar el retiro de López Obrador, analistas políticos advierten que hay varias señales que alertan que no se jubilará de la actividad política.
“A pesar de que se vaya a Chiapas, es un actor que va a tratar de estar presente en la vida pública, ya sea porque se convierta en alguna especie de presidente honorario o que ejerza su derecho de disentir con Claudia Sheinbaum, como ya se lo advirtió, con la toma de una decisión que a él no le parezca. Entonces, creo que López Obrador no se va a ir a la banca”, plantea Salvador Mora, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Cuando está por concluir un sexenio, el presidente saliente entra al ocaso, pero con López Obrador ha sido diferente. Mientras otros expresidentes como Enrique Peña Nieto fueron cediendo reflectores y espacios, él se mantiene en activo opinando sobre las últimas reformas, realizando giras y en conflicto con sus socios comerciales Estados Unidos y Canadá.
“López Obrador es un animal político, por lo que no se va a desprender del poder, de lo que pueda seguir manejando. Y tiene un activo muy fuerte, que es el propio partido. Morena es su creación, es su partido, es el líder de esta fuerza política. Me parece un escenario muy difícil pensar que se vaya a su rancho y se quede ¿sentado en una hamaca?, ¿escribiendo sus memorias? Lo veremos todavía interviniendo en la política”, afirma Luz María Cruz, catedrática de la UNAM y analista política.
Y para ellos, estas son algunas señales que hacen pensar que López Obrador se mantendrá activo en la política, aún después del 1 de octubre cuando entregue la banda presidencial a la primera mujer presidenta.
1. Conflicto con EU
Sus últimos días como presidente, que deberían ser de transición, López Obrador ha contribuido a hacerlos tensos, en particular con su conflicto con los representantes de Estados Unidos y Canadá en el país.
Esa una muestra de que el presidente no se retirará de la política pues si quisiera hacerlo, debería tener como propósito dejar un país estable.
“Si él se quisiera retirar, tendría que dejar un país estable, pero con el conflicto con Estados Unidos y Canadá, muestra que es un actor que no está contenido, que no ve que su futuro ya está agotado. No quiere dejar una herencia fuerte y quiere volverse un factor en algún momento, en el cual le den un nombramiento o alguna posición”, dice Salvador Mora.
Gustavo López Montiel, catedrático del Tecnológico de Monterrey, considera que la confrontación con Estados Unidos da muestra de que el presidente se resiste a perder el poder y que se mantendrá activo.
“Es un signo de la forma en la que él siente que está perdiendo el poder. El presidente está erosionando y como ya hay una fecha en la que él va a dejar de ser presidente es la razón por la cual él está tratando de demostrar que quien manda es él hasta el último minuto y que después de ese último minuto, él va a seguir mandando”, sostiene.
"Hay conjunto de elementos que dejan que está perdiendo poder, pero su reacción a eso, dan señales de que no va a ser fácil que se vaya al retiro"
Gustavo López Montiel, profesor del Tecnológico de Monterrey.