“El número de personas que pierden la vida no debe ser tan significativo, no deja de ser algo cuantitativo, una persona que pierde la vida es algo lamentable. Yo sí creo que tuvimos suerte. La naturaleza, el creador nos protegió”, dijo desde Palacio Nacional.
Aunque adelantó que la Fiscalía General del Estado de Guerrero ya tiene un registro oficial de las víctimas del huracán, evitó difundir las cifras hasta que los datos se confirmen.
“La fiscalía ya está haciendo esta labor, ellos tienen un registro. No quiero mencionar el número, porque es menor el número de registros oficiales que los que se han dado a conocer. Entonces, para no dar pie a la manipulación de los medios, mejor esperamos a que tengamos constatado, bien, cuántos fallecidos, desaparecidos”, justificó.
Según el mandatario federal, Otis fue un fenómeno extraordinario, debido a que en tiempo récord evolucionó a categoría 5, la máxima con la que un huracán ha tocado tierra en el Pacífico mexicano. “Pero todo indica que, aun siendo lamentable la pérdida de cualquier persona, no fueron tantos ante un fenómeno tan fuerte, tan impactante, un huracán de categoría 5. Afortunadamente, no estamos registrando muchas pérdidas de vidas humanas”, reiteró.
Ante preguntas de periodistas sobre las cifras de fallecidos y desaparecidos, el presidente criticó la solicitud de estos informes. “¿Cuánta insistencia en los fallecidos en la prensa amarillista, alarmista, tendenciosa, corrupta? Lo que quisieran es cientos de muertos para decir: ‘Qué barbaridad, qué incapacidad del gobierno. No avisaron, ya no está el Fonden, no tienen capacidad organizativa, están rebasados’. Nomás que no les sale, no les sale”, ironizó.
La entrada del ciclón fue por la bahía de Acapulco, donde viven alrededor de un millón de personas, detalló el presidente. El impacto ocurrió el miércoles 25 de octubre y arrasó con este puerto guerrerense y con localidades aledañas. Se reportan daños materiales, destrucción de viviendas, carreteras e inundaciones.