También algunas instituciones privadas de educación recibieron dinero del Conacyt, bajo el argumento de la innovación financiera.
“Las empresas no solamente recibían estos recursos so pretexto de la innovación, a fondo perdido, sino que sin que hubiera ningún beneficio para el país”, dijo.
Expuso que durante esos 18 años también se crearon “falsas ciudades del conocimiento y elefantes blancos” con recursos públicos. Ese es el caso de Baja California, donde se invirtieron 100 millones de pesos, en Nuevo León 152 millones de pesos, Hidalgo 48 millones de pesos y en Tlaxcala 35 millones de pesos.
Álvarez-Buylla se pronunció a favor de la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, pues dijo que ésta no permitirá simulaciones para el desvío de recursos públicos.
“Una ley que no permita simulaciones y normas a modo para que millonarios recursos del pueblo de México se destinen a favor de presas so pretexto de la innovación y a fondo perdido”, dijo.
La semana pasada la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron eliminar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para transformarlo en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).