A pesar de contar con una orden de aprehensión y de haber sido señalado por la comisión de delitos de lavado de dinero y desvío de recursos, Genaro García Luna no fue sometido a un proceso judicial en México.
El exsecretario de Seguridad Pública fue detenido en 2019 en Estados Unidos y tres años después llevado a juicio y declarado culpable de cinco delitos: por conspiración internacional para distribuir cocaína, conspiración para distribuir cocaína, conspiración para importar cocaína, ser socio de una empresa criminal y hacer declaraciones falsas ante una autoridad estadounidense, por lo que se prevé enfrente una pena mínima de 20 años y hasta cadena perpetua.
El presidente de México consideró que no hay suficiente confianza en el Poder Judicial por varios capítulos en los que los juzgadores han dejado en libertad a presuntos delincuentes. Por ejemplo, recordó que a Rafael Caro Quintero se le ordenó su libertad en un sábado, y que cuando se intentó corregir, ya había dejado la prisión.
También criticó que recientemente un juez ordenó a la Unidad de Inteligencia Financiera desbloquear las cuentas bancarias de cuentas bancarias de Linda Cristina Pereyra Gálvez, esposa de Genaro García Luna.
“Un juez ordena que se descongelen las cuentas de su esposa. Le estoy pidiendo, con todo respeto, a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, al Consejo de la Judicatura que tiene la función de vigilar el buen comportamiento de jueces, magistrados y ministros, que expliquen esta situación, que informen y se quedan callados”, lamentó.
Dijo que el caso de García Luna es sin duda un llamado para la justicia mexicana. “Es un llamado de atención ya para decir que no haya impunidad que no haya contubernio, así como estaba tomado el Ejecutivo, tomado, secuestrado , era una república aparente, simulada”, refirió.