No todos los cambios que impulsaba el presidente López Obrador en su iniciativa de reforma a la Constitución pueden ser logrados a través de leyes secundarias, lo que él mismo reconoció.
“Los márgenes que tenemos sin violar la Constitución pues son muy estrechos, pero sí hay dos cosas importantes: uno que se puede llevar en el INE un ajuste en su presupuesto, en el INE no al dinero de los partidos para compactar oficinas porque tienen dos, tres, cuatro oficinas para lo mismo, es muy grande el aparato burocrático, que haya ahorros. Lo otro que se puede, que nos importa mucho, es controlar la compra del voto, el que no se facilite la compra de voto”, planteó.
El mandatario federal recomendó a los legisladores pensar su voto, porque al rechazar cambios trascendentales, están traicionando a los mexicanos.
“Si se tratara de defender al pueblo hasta se les aplaude pero lo que están haciendo es defendiendo la corrupción, quienes están votando así se van a ir a la historia pero al basurero de la historia, la gente los está viendo, luego se enojan cuando les dicen traidores a la patria, lo son”, dijo.
El Plan B de AMLO para modificar el sistema electoral
Ante la falta de mayoría calificada que le permita al presidente López Obrador los cambios a la Constitución, en su gobierno ha optado por un plan alterno.
Cuando envió su propuesta de reforma eléctrica, también propuso una iniciativa para modificar la Ley de la Industria Eléctrica con la cual fortalece a la Comisión Federal de Electricidad. Mientras los cambios constitucionales fueron rechazados, los segundos fueron avalados.