Después, como integrante de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, Ariadna Montiel supuestamente adquirió una residencia de 18 millones de pesos en la colonia Insurgentes Cuicuilco, creó una empresa de eventos para fiestas y compró camionetas Mercedes Benz para transportar muebles y equipos de sonido.
“¿Con su salario de diputada, y quizá con alguna compensación por ser integrante de la Comisión de Gobierno, pudo hacer tanto?”, cuestiona la autora en el libro.
Con esa empresa de banquetes, Ariadna Montiel organizó varios eventos de Beatriz Gutiérrez, que se realizaban en su casa de Tlalpan “con la crema y nata de los intelectuales”, sostiene la autora. También le organizaba fiestas al hijo mayor de López Obrador, José Ramón López Beltrán, agrega.
La autora dice que a Montiel jamás le pagaron esos servicios. Sin embargo, supuestamente lo hacía para agradar a Andrés Manuel López Obrador, quien “con su personalidad voluble, algunas veces la tomaba en cuenta y otras como si no la conociera”, afirma en el libro.
Con ese trabajo, Ariadna Montiel pasó de cuidar los plantones de López Obrador a ser diputada local; hizo trabajo político-electoral en Veracruz, fue coordinadora de los diputados del PRD y secretaria de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, expone el libro.
Más tarde, en 2015, le encargaron gestionar con sus propios recursos el triunfo electoral de Morena en Valladolid, Yucatán, y con ese logro, asegura la autora, se ganó “el derecho a competir” por la alcaldía de Coyoacán.