El pasado 4 de febrero, el INE aprobó instalar 57,677 casillas para la consulta de revocación de mandato, lo que representa una tercera parte de las 161,640 que originalmente tenía previsto colocar para que los ciudadanos emitan su opinión respecto a si debe o no continuar López Obrador como presidente de México.
La legislación sobre revocación de mandato establece que para un ejercicio de democracia participativa como éste se deben instalar el número de mesas de votación correspondiente a una elección federal, sin embargo el órgano electoral recortó el número ante la falta de recursos.
El presidente López Obrador consideró que con esa decisión, el órgano electoral está violando la Constitución.
“Resulta que los del INE no van poner casillas para la consulta de revocación de mandato, van a poner las mismas casillas que en la consulta pasada, pero además les costó 500 millones poner las 50,000 casillas de la consulta pasada, y ahora van a poner lo mismo, pero no son los 500 millones y ahora son 1,700 millones, entonces ¿cómo están las cuentas?, ¿va a costar dos. tres veces más?”, cuestionó el mandatario federal.
Habrá municipios en donde no van a instalar una casilla, ¿qué no es una violación a la Constitución? ¿qué no es una afrenta a la democracia?”
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
El pasado 2 de febrero inició la veda electoral por la revocación de mandato, la cual concluirá el próximo 10 de abril cuando se realice la consulta ciudadana. Durante 65 días, los servidores públicos tienen prohibido difundir propaganda gubernamental, así como la consulta de revocación de mandato.
Por la veda, el presidente tiene impedido difundir el proceso revocatorio durante la conferencia matutina o en sus páginas oficiales y otros medios de comunicación. Sin embargo, lo ha hecho en repetidas ocasiones pese a la veda.