"El gobierno se hace responsable de daños posibles que con el tiempo pudiesen afectar a los tres pueblos. Yo firmaría ese compromiso y lo elevaríamos a rango de ley mediante un decreto, para que estén completamente seguros de que no va a suceder nada que afecte a los pueblos. Que no se van a inundar", aseguró.
"(Y) si no están de acuerdo, van a haber amparos, no hay ningún problema, quedamos como amigos. Ya vemos cómo utilizamos esos recursos para ayudar al pueblo, para adultos mayores, niñas, niños con discapacidad", agregó.
En presencia de la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que en su gobierno no se va a iniciar una obra para la que haya oposición.
En su discurso, instruyó a Germán Martínez Santoyo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para que explique a los tres pueblos inconformes con la obra cómo es el proyecto y las garantías que ofrece su administración.
También, llamó a los opositores, entre ambientalistas y organizaciones no gubernamentales, a hacerse a un lado y no anteponer intereses personales.
"Que no se metan, que dejen a la gente. El pueblo no es tonto, tonto es el que cree que el pueblo es tonto. El pueblo no requiere de tutela, de asesores", anotó.